Ir al contenido principal

Valorando un IRS

En el siguiente documento se aprecia la forma en que se valora un IRS estándar: la curva de descuento sólo se aplica a la pata fija, y en el caso de la pata variable sólo debemos hacer una diferencia entre la tasa del siguiente cupón (ya definida) y la implícita del último período, multiplicando el resultado por el nominal. Esto no quita que podamos valorar el IRS calculando todas las tasas implícitas, determinando el flujo variable y descontando ambas patas por la curva respectiva.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Calculando probabilidades de default

Al analizar la valoración de los Credit Default Swaps (CDS), encontramos que un elemento fundamental para el cálculo es la estimación de la probabilidad de default de la contrapartida de la cual buscamos cubrirnos ante un eventual evento de crédito. Una forma de estimar esta probabilidad es utilizar el modelo de forma reducida propuesto por Jarrow y Turnbull (1995) que, en resumen, dice que el precio de cualquier flujo financiero (bonos, swaps de tasas de interés, CDS, etc.) puede expresarse como el valor esperado de sus flujos de caja futuros. Este valor esperado puede hallarse multiplicando cada posible flujo de caja futuro por la probabilidad neutral al riesgo de su ocurrencia, donde esta probabilidad viene determinada por el diferencial en las obligaciones con riesgo de incumplimiento. ¿Qué es tan importante es estor? Que se infiere que es posible obtener la probabilidad de default a partir de la curva cupón cero de tipos de interés. Despreciando efectos fiscales y de liquidez, el

No puede ser normal

Minsky sabía lo que decía cuando postuló eso de que la estabilidad lleva a la inestabilidad en su teoría de la fragilidad financiera. Para él, en períodos de tranquilidad mejoran las expectativas, aumenta la demanda, sube la rentabilidad y los precios de los activos. Baja la aversión al riego, aumenta la especulación, el apalancamiento y la innovación financiera. La liberalización trae euforia, aunque de manera subyacente la fragilidad financiera aumenta sin que muchos se den cuenta. El boom del crédito también es una marca de este tiempo. Todos son felices, todos se relajan respecto a los riesgos, todos creen que la bonanza será para siempre (1). Pero luego, subirán las tasas y llegará el «momento Minsky» (2): los inversores sobre-endeudados se ven obligados a vender incluso sus inversiones más sólidas para poder pagar sus préstamos, lo que provoca grandes pérdidas en todos los mercados y una ingente demanda de liquidez que obliga a los bancos centrales a intervenir en los mercados

¿Qué es el riesgo financiero?

Para poder ayudarnos mejor en el entendimiento de la definición del riesgo financiero, configuremos tres ejemplos muy sencillos. El primero de ellos es el de un inversionista que ha puesto su dinero en un negocio que, en el tiempo, debe generarle resultados. Este inversionista, por supuesto, aguarda tener cierto nivel de retorno, y tiene la expectativa de un resultado esperado (RE). Pero a pesar de esto, los resultados posibles son múltiples. Algunos de esos resultados pueden ser excelentes y le traerán felicidad al inversionista, pero otros tal vez sean adversos. ¿Serán estos resultados esperados (que tal vez puedan ser negativos) el riesgo?  Vamos con un segundo ejemplo. Sea un empresario que, en su manejo natural de su negocio, tiene costos. Algunos son grandes, otros son pequeños, todos son variables, pero de cierta manera el empresario puede hacer estimaciones de éstos; en otras palabras, tiene costos esperados (CE). ¿Será acaso el tamaño de estos costos esperados el riesgo